

En las primeras horas del 28 de junio, a las 03:30 de la madrugada, el tradicional encierro y lidia del Ayuntamiento volvió a capturar la atención y adrenalina de los aficionados taurinos. En esta ocasión, el protagonista fue «Químico», un imponente toro de la ganadería Martín Lorca, con el número 40 y clasificación G-9.
El encierro comenzó con rapidez, y no tardó en desatarse la emoción cuando «Químico» se separó de la manada, creando momentos de gran peligro. Sin embargo, gracias a la pericia de los corredores y el instinto del animal, no se registraron consecuencias graves. El toro, después de su breve pero intensa escapada, volvió a unirse a los mansos, completando el recorrido con la misma energía con la que lo inició.
Una vez en la plaza, «Químico» mostró toda su gallardía. La lidia fue tan bonita como emocionante, con una destacada presencia del astado que puso a prueba a los toreros. La actuación en la arena no solo resaltó la nobleza y fuerza del toro, sino también la habilidad y valentía de los matadores que supieron entender y lidiar con la peligrosidad del animal.
La lidia continuó en la calle, donde la plaza de la Cava se convirtió en el escenario principal. Allí, «Químico» protagonizó algunas arrancadas peligrosas, llevando el suspense y la emoción a otro nivel.
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