A las 11 de la noche saldrá de la parroquia de Santiago el tradicional Viacrucis de Cáritas

La ciudad episcopal celebra todos los años en la noche del Martes Santo el tradicional Viacrucis de Cáritas Local, donde laicos penitentes reviven el sufrimiento de Jesús en esta ruta del Calvario, recorriendo las irregulares calles empedradas que discurren paralelamente junto a la muralla romana intramuros, en el más absoluto sosiego espiritual.

Nació allá por la década de los 70 cuando un grupo de voluntarios de Cáritas Local de Coria fundaron este Viacrucis que en la noche del Martes Santo y dentro de un riguroso silencio, recorre las calles del Recinto Amurallado cuyas piedras están holladas por las distintas civilizaciones que por la ciudad episcopal pasaron a lo largo de su historia. Un Viacrucis, que a lo largo de los años se ha ido consolidando y donde son muchas las personas que se suman a él, participando en riguroso silencio del drama de la Pasión de Cristo en este sencillo, pero emotivo acto donde todos escuchan atentos la lectura de cada estación meditando sobre ellas. En la noche del Martes Santo las calles del casco histórico de la ciudad se convertirán en Vía Dolorosa por donde transcurre la Pasión del Señor, y donde serán proclamadas las 14 estaciones por las angostas calles del recinto amurallado por un grupo de laicos pertenecientes a los diversos movimientos apostólicos y con asistencia general de fieles.

El silencio de la noche, la recóndita belleza de las estrechas calles y sugerentes rincones del recinto amurallado, la extrema sencillez de los símbolos una desnuda cruz y unos hachones encendidos-, las reflexiones con que un grupo de seglares acompañan las catorce estaciones del Viacrucis, crean ese ambiente pasional donde los signos y los misterios untan y queman por dentro, porque casi se sienten las pisadas, se oyen las palabras y, dentro del mismo drama, se percibe caliente la presencia vital de aquel Jesús de Nazaret, cuya muerte y resurrección conmemoramos. Aquel Jesús de Nazaret que, por nosotros, fue conducido al matadero como un manso cordero.

El itinerario de este Viacrucis es paralelo a la muralla romana y está concebido como una especie de retiro espiritual de preparación al Triduo Santo.

El absoluto silencio, sin música ni cantos, favorece la reflexión sobre la Pasión de Cristo Místico que, hoy, en la vida de los más castigados por la sociedad, no es más que prolongación de la Pasión del Jesús histórico.

El itinerario de este Viacrucis es el siguiente: Salida Iglesia de Santiago, Plaza de Santiago, Carnicería, Calle del Rey, Plaza de San Pedro, Calle El Cuerno, Calle Sol, Seminario, Iglesia, Plaza de la Catedral, Cuatro Calles, Plaza de España y Entrada en la Parroquia de Santiago.