

Eladio Paniagua
Miércoles, 29 de junio 2016, 14:44
Dice el refrán que no hay noviazgo que cien años dure y a las fiestas de San Juan también le llegó su momento final. Unas fiestas donde, en líneas generales, los toros han rayado a gran altura, unos por esa belleza y estampa que presentaban, y otros por el juego completo que dieron en su lidia, donde según los aficionados tuvieron un lugar destacado el toro de la Juventud Cauriense de la ganadería Manuel Caro Andrade, procedencia Jandilla, por nombre Piconero y el último toro de las fiestas de la peña La Geta por nombre Malasangre perteneciente a la ganadera cauriense Maricarmen Valiente, que dio todo un recital y un comportamiento completo durante la lidia tanto en la plaza como en las calles.
Antes de dar suelta al último toro de las fiestas de San Juan 2016 y con toque de campanas, la Asociación de Jóvenes Taurinos de Coria, desplegó una pancarta reivindicando, apoyando y defendiendo las tradicionales Fiestas del Toro de San Juan, una pancarta que fue muy aplaudida y que quedó sellada con la fotografía para la posteridad donde están presentes el alcalde y los abanderados de las fiestas de San Juan 2016, además de los miembros de esta asociación taurina. También en uno de los balcones de la plaza había colgada otra pancarta donde se podía leer Sí al toro.
El abanderado de las Fiestas de San Juan, José María Rivas García hizo entrega a la Asociación de Esclerosis Múltiples, de un cheque de 2.555 euros correspondiente al dinero recaudado por la venta del libro oficial de las fiestas, dirigiendo unas palabras a los aficionados donde, dijo, finalizan unas fiestas que quedarán grabadas para siempre en su coriano corazón, además de añadir que mañana comenzarán los preparativos para las fiestas de San Juan 2017. Finalizó dando las gracias a todos los que han colaborado para que las fiestas contaran con gran éxito y de una manera especial a los abanderados de las distintas peñas, finalizando con el tradicional ¡Viva San Juan 2017!
Una vez pasado el protocolo, se dio suelta al último toro de las fiestas, un toro castaño en negro, veleto con cara alta y afilados pitones, por nombre Malasangre y perteneciente a la ganadera cauriense Maricarmen Valiente, cuyo ganado pasta en la finca La Zarzuela del término municipal de Calzadilla.
Los aficionados saludaron la salida y presencia del animal con una gran ovación y el toro Malasangre no defraudó en nada a los aficionados, al contrario, realizó una lidia completa dejando un buen sabor de boca a todos y con la pena de que las fiestas finalizasen. El toro salió a la plaza con mucha fuerza y a punto estuvo de dar un disgusto a un mozo que se salvó por los pelos. Tuvo una gran brega en la plaza recibiendo un buen número de recortes muy ajustados. En una de las muchas carreras vertiginosas que realizó estuvo a punto de coger a un maletilla que le quería saludar con su capote y que hubo de desistir, al igual que a otro maletilla que puso en apuros con la muleta. El toro a medida que transcurría la lidia y debido al gran trabajo que realizó, se tomó un pequeño respiro, pero pronto volvió por sus fueros demostrando que venía a Coria a darlo todo, realizando de nuevo grandes carreras en persecución de los mozos.
A la tercera campanada y con aire fresco salió como una bala por la calle Obispo hacia la Catedral, regresando a las Cuatro Calles, junto a la portona de la Guía, y posteriormente subió por la calle Los Paños hacia la plaza de la Cava. El toro, con paso firme, se movió prácticamente por todos los lugares de la ciudad, teniendo un excelente comportamiento en este tramo final de la lidia y dejando entre los aficionados unas extraordinarias sensaciones. A las diez menos cuarto y junto al Palacio de los Duques de Alba, Miguel López acabó con su vida, poniendo punto final a las Fiestas de San Juan 2016.
En resumen, el toro Malasangre hizo camino al andar, dejando muy buen sabor de boca entre los aficionados en unas fiestas donde el abanderado José María Rivas García y el resto de los abanderados de las peñas que aportan toros a los Sanjuanes, pueden sentirse orgullosos del trabajo que han realizado y que ha contribuido a que estas fiestas, un año más, hayan sido un éxito, con esos bellos y bravos ejemplares que han paseado su silueta por las calles del recinto amurallado y que han dejado patente que Coria es la ciudad del toro por excelencia.
La guinda al pastel de las fiestas, la puso a las 24 horas el espectáculo de fuegos artificiales, fin de fiestas, en el Puente de Hierro sobre el río Alagón, donde los aficionados se recrearon y dieron rienda suelta a su imaginación con esa diversidad de figuras que en la noche estrellada se reflejaban sobre las aguas del río.
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