El toro Oriente hizo dos enormes boquetes en la pared a la salida de la plaza

En la madrugada del día 28 tuvo lugar el encierro y lidia del toro Oriente perteneciente a la ganadería de Saboya, con procedencia Aldeanueva. El toro estaba señalado con el número 2 y guarismo 1. Fue un toro bajo de agujas pero con volumen, toro negro listón.

Realizó un rápido encierro arropado por los mansos y su salida a la plaza fue saludada por un mozo con un arriesgado recorte. Poco después estuvo a punto de coger a un mozo en un recorte donde el toro le pudo herir. Fue probado tanto con el capote como con la muleta por parte de los maletillas donde el toro dobló las manos cayendo a la arena y en cuanto al capote el maletilla se adornó con él recibiendo la ovación de la gente. En líneas generales el toro dio buena función en la plaza realizando importantes carreras en persecución de los corredores, destacando el juego que le hizo un recortador haciéndole un círculo.

A la tercer campanada y apenas se abrieron los barrotes del exprés, el toro hizo una salida fulgurante estando a punto de estrellarse contra la pared, donde dejó marcadas las huellas dejando dos grandes boquetes en el muro. El toro llegó a la Cuatro Calles subiendo por los Paños a la Cava, bajando de nuevo por el mismo recorrido hacia la Catedral donde permaneció unos instantes en las palmeras, enfilando después la calle Seminario hacia la portona del Carmen donde estuvo alrededor de 10 minutos, volviendo por la calle Seminario a la Catedral de donde salió por la misma ruta y pasadas alrededor de las 6 de la madrugada y en la esquina entre la calle Seminario y el Carmen, finalizó su vida con disparo de Miguel López.

En concreto, este toro que tuvo un buen comportamiento en la plaza, en las calles cumplió aunque no diera el juego deseado.