Un Zalduendo muy bueno en la muleta y sin juego por las calles
Eladio Paniagua
Sábado, 25 de junio 2016, 16:37
Dice un refrán castellano que tras la tempestad viene la calma y ese es el ambiente que se respira en Coria tras unos comienzos azarosos de los sanjuanes, con el incidente del caballista, la grave cogida de un hombre en el primer encierro de las fiestas y por si fuera poco, el incidente del toro Dorado que tras estrellarse con las vallas, quedó muerto, teniendo que suspenderse el encierro.
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El toro Dorado que había de lidiarse en la tarde del 24, fue sustituido por el toro Cubano de la ganadería de Zalduendo. Fue una bella estampa de toro, negro zahíno, bragao, meano y cornialto. Un toro que se distinguió en la plaza por su casta y por su nobleza en la muleta del maletilla, con un pitón derecho de primor y donde el maletilla se percató de su bondad sacándole unos derechazos de mucho mérito que fueron muy aplaudidos por los aficionados que en tarde calurosa poblaron los tablados de la plaza y las vallas. Cubano tuvo una espectacular salida a la plaza con esa gran imagen que daba por su fisonomía, con unos pitones afilados que imponían respeto. Pero como todo toro encastado pronto se emplazó buscando sitio cómodo en la plaza y sin apenas dar función, pero eso sí, dejando constancia que este tipo de toros son más propios para la lidia ordinaria en cualquier plaza, que para recorrer las calles del recinto amurallado. Y así a la tercera campanada y dirigido por la muleta de Pascual, salió por la calle Obispo hacia el atrio de la Catedral, donde prácticamente se encontró a gusto en la hierba, pasando la mayor parte de la tarde. Se le vio también por el Carmen, calle Oscura junto a la peña La Reserva y finalmente por la calle del Cuerno donde a las 10 de la noche Unai Simón lo despachó de un certero disparo.
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