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Jorge Hurtado. Cedida
Jorge Hurtado, la juventud del toreo con raíces profundas en Coria

Jorge Hurtado, la juventud del toreo con raíces profundas en Coria

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Jueves, 22 de agosto 2024, 16:35

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Jorge Hurtado es, a sus 17 años, una de las promesas más prometedoras del toreo en España. Nacido y criado en Coria, una localidad con una arraigada tradición taurina, Jorge ha decidido dedicar su vida a una de las profesiones más antiguas y controvertidas de su país: el toreo.

Fuera del ruedo, Jorge se describe como un chico normal que disfruta de su tiempo libre en compañía de su familia. Sin embargo, su vida diaria está lejos de ser la de un adolescente común. Desde temprana edad, Hurtado ha estado inmerso en un ambiente donde el toreo es más que una afición; es una forma de vida. «Mi familia tiene muchas raíces taurinas, tienen una ganadería y mi tío fue matador de toros», comenta Jorge, reflejando cómo su entorno influyó en su decisión de seguir este camino.

Actualmente, Jorge es alumno de la Escuela Taurina del Patronato de la Diputación de Badajoz, donde está recibiendo una formación que va más allá de las técnicas del toreo. «Me enseñan todos los valores de la vida como el respeto, la disciplina, el sacrificio, el esfuerzo...», señala, subrayando la importancia de estos principios tanto en el ruedo como en la vida. Para él, esta experiencia es una preparación esencial para el futuro, donde espera emprender su carrera en solitario.

El camino de Jorge hacia el éxito recibió un importante impulso cuando ganó el X Certamen Alfarero de Plata en Villaseca de la Sagra. «Ha influido muy positivamente, ya que ha tenido muchísima repercusión y me ha abierto la mayoría de las puertas de novilladas que tengo hoy en día», explica. Este logro no solo consolidó su reputación, sino que también le permitió participar en carteles importantes a una edad temprana, algo que maneja con una madurez sorprendente. «Es muy bonito verse acartelado en ese tipo de plazas», confiesa.

El toreo es una profesión exigente y arriesgada, pero Jorge se mantiene motivado por el deseo de alcanzar todo lo que se propone. «Me motiva el conseguirlo todo», afirma con determinación. Para él, la preparación física es clave, ya que también fortalece la mente: «Cuando uno se ve sobrado físicamente en la plaza, la mente desarrolla perfectamente». Antes de cada faena, tiene un ritual que lo ayuda a concentrarse: «Me gusta imaginarme cómo será la tarde, aunque luego sale el toro y todo cambia».

En su camino hacia la cima, Jorge se inspira en varios maestros del toreo, de quienes aprende y adapta matices para enriquecer su propio estilo. Entre sus referentes menciona a figuras como Morante de la Puebla, Juan Ortega, Pablo Aguado, Borja Jiménez, Roca Rey, Daniel Luque y, sobre todo, Paco Camino.

A corto plazo, sus metas son claras: «Terminar esta temporada lo más arriba posible en el escalafón sin caballos para llegar con ambiente a un buen debut con caballos al año que viene». A largo plazo, sus ambiciones no tienen límites: «Quiero lo máximo posible, si no, no estaría intentando ser torero».

Consciente de las críticas que enfrenta el toreo hoy en día, Jorge defiende con pasión esta tradición, argumentando que las críticas siempre han existido, pero que el interés por el toreo se mantiene vivo, especialmente entre los jóvenes. «Cada vez van más jóvenes a la plaza y se llenan en la mayoría de los festejos», dice con optimismo.

A pesar de la dualidad entre su vida como adolescente y su carrera como novillero, Jorge no se queja de los sacrificios que ha tenido que hacer. «La adolescencia de un chico normal de mi edad que solo tiene que estudiar la tengo muy aparcada», admite, pero agrega rápidamente que no le importa, porque le gusta lo que hace y se siente a gusto.

El apoyo de su comunidad ha sido fundamental para él, como lo demuestra el autobús que organizaron sus seguidores para acompañarlo en su presentación en Sevilla. «Es bonito tener a gente que haga esfuerzos y pierda su tiempo para ir a verme a las plazas», dice con gratitud.

Para Jorge, el toreo no es solo un sueño, es su vida. Aunque tiene un plan B relacionado con sus estudios, su verdadera pasión es el toreo. «No tengo otro sueño que no sea con el toreo», confiesa, dejando claro que, para él, no hay nada más importante que el arte de lidiar toros.

En un mundo donde el toreo sigue siendo objeto de debate, Jorge Hurtado representa a una nueva generación de toreros que, armados con tradición, pasión y un profundo sentido del deber, están listos para mantener viva esta controvertida pero fascinante tradición.

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