

Eladio Paniagua
Domingo, 15 de enero 2017, 20:18
Cualquiera que haya presenciado el encuentro entre el Coria y el Calamonte el pasado domingo, no encontrará explicaciones de por qué el empate que al final registraba el marcador. Y es que cuando el balón se pone caprichoso, suelen ocurrir estas cosas, pues el Coria disfrutó de innumerables ocasiones de gol, no sólo para haber ganado el encuentro con toda solvencia, sino que por ocasiones creadas el resultado tuvo que finalizar en goleada.
El partido no se le pudo poner peor al conjunto de las Vegas del Alagón, pues en el minuto 22 y en una aproximación del Calamonte al área local, Andrada al intentar desviar el balón lo introduce de cabeza en su propia portería ante la desesperación de los espectadores que no daban crédito a la jugada. Este jarro de agua fría contagió un poco al equipo que vio cómo en el minuto 32 el cabezazo de Saúl en falta botada por Vilorta lo paró en gran intervención el meta Alex y poco después Carrasco en vaselina está a punto de marcar. Pero en los últimos minutos de la primera parte, el Coria volvió a cercar el portal del Calamonte y antes del descanso Chema pudo empatar pero su disparo salió fuera por poco.
La segunda parte fue otro cantar, donde los aficionados disfrutaron con su equipo que apabullaron por completo al Calamonte que no era capaz de sacudirse el dominio del conjunto celeste, que una y otra vez se acercaba al portal defendido por Miguel con mucho peligro. Incalculables eran las ocasiones de que disfrutó el Coria, pero por su belleza y ejecución los aficionados se quedaron con el gol del empate conseguido por Teto en el minuto 48, que encandiló a los espectadores en las gradas, aupando a su equipo y disfrutando del juego desarrollado. Un gol del que se hablará durante toda la temporada por ser una verdadera obra de orfebrería confeccionada por un verdadero artista del balón, que unos minutos después intentó repetir la suerte, realizando otra jugada de lujo, pero en esta ocasión Miguel en gran intervención evitó el gol in extremis.
El Calamonte estaba completamente desarbolado y sus jugadores no eran capaces de dar dos pasos con el balón, ante la tormenta que se le venía encima. Otra de las muchas ocasiones tuvo lugar en el minuto 74 en que Edu Santos bota una falta y el cabezazo de Carlos se encuentra con el travesaño. Y finalmente en el minuto 86 Sergio Alonso recibe un pase en profundidad plantándose en solitario ante Miguel y no acertando en el uno contra uno, desperdiciando una ocasión de oro.
Con el Coria con una lucha encomiable y buscando el triunfo por todos los frentes con innumerables ocasiones de gol, se llegó al final con un empate que no hace justicia, pero con los aficionados convencidos de que jugando así su equipo, puede llegar muy lejos. Esperemos que el próximo domingo en Cáceres la suerte se alíe con el conjunto de Las Vegas del Alagón.
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