

Tercer derbi consecutivo el que este domingo disputó el Coria en el Estadio Romano 'José Fouto', frente a un Mérida que superaba al Coria en un punto tras su brillante victoria en la pasada jornada en el feudo del Cádiz B. Los romanos recibían a un Coria que no pudo pasar del empate a cero goles en el campo de La Isla frente a un Villanovense que le hizo en la primera parte un pressing endiablado al conjunto celeste.
MÉRIDA
Javi Montoya, Bonaque, Mario Robles (César García m. 88), Guille Perero, Lolo Plá, Higor Rocha, Ebuka, Nacho González (Héctor Camp m. 65), Álvaro Ramón (Aitor Pons m. 72), José Artiles y David Rocha (Carmelo m. 72)
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CORIA
Diego, Patxi Dávila, Mahillo, Platero (Oliveira m. 59), Iván (Pino m. 59), Erik, Chavalés, Rubén Alegre, Sergio Gómez (Adil Az m. 78), Santi Luque (Pedro Melli m. 78) y Deco (Alejandro m. 70)
ÁRBITRO Dirigió el encuentro el colegiado andaluz, Ruíz Aguilera asistido por González Ruiz y Santizo Álvarez. Mostró cartulina amarilla por parte local a Mario Robles (m. 70) y a Bonaque (m. 80). Por parte visitante la vieron en dos ocasiones el técnico Rai Rosa (la segunda m. 68), Patxi Dávila (m. 53), Platero (m. 59), Diego (m. 62), Pino (m. 81), Chavalés (roja directa m. 86) y Deco en el banquillo (m. 88)
GOLES 0 – 1, minuto 81 (Pino)
INCIDENCIAS Partido jugado en el Estadio Romano 'José Fouto' con la presencia de 2.100 espectadores
El Coria se presentaba en el Estadio Romano 'José Fouto' con las ideas claras y con el único objetivo de llevarse los tres puntos en juego, acallando a los que han definido a los celestes como 'la cenicienta del grupo', demostrando que forman una piña de grandes jugadores que saben lo que quieren dirigidos por el técnico Rai que sabe dar en la tecla en cada encuentro.
El partido tuvo dos partes muy distintas. Una primera con un gran Coria que salió a jugar de tú a tú al Mérida, sin complejos y demostrando que 'al final de la jornada el que se salva sabe'. Una consigna que se saben de memoria los caurienses demostrando que con humildad se pueden conseguir grandes cotas. El Coria se sintió cómodo esta primera parte, controlando el juego y tocando bien el balón, aunque en los metros finales le faltó el gol, teniendo una gran ocasión en el minuto 8 en centro de un gran Chavalés y donde Iván no llega por poco con Javi Montoya batido. El Mérida tuvo su mejor ocasión en el minuto 15 en que Higor Rocha se deshace de su defensor y su disparo lo detiene Diego sin dificultad. El Coria siguió jugando bien con desplazamientos de balón y se acercaba al área del Mérida llevando mucho peligro por banda izquierda por mediación de Santi Luque y con un impresionante Chavalés por banda derecha. Un Coria que se sentía seguro tocando y tocando el balón con Sergio Gómez y Deco como directores de orquesta y una defensa firme que anulaba todos los intentos de los delanteros romanos. En el minuto 38 un centro de Guille Perero no encontró rematador, y en el 44 Bonaque de cabeza pudo marcar evitándolo Patxi, llegándose al descanso con el resultado inicial
La segunda parte cambió el decorado con un Mérida más ambicioso que buscó una y otra vez el portal defendido por Diego, ante un Coria que supo nadar y guardar la ropa. Las ocasiones del Mérida se sucedían destacando un trallazo de Álvaro Ramón que repelió el travesaño. De nuevo en el minuto 55 Lolo Plá bota una falta y Diego repele el balón con ambos puños. En el minuto 61 Bonaque dispara en buena posición y el balón salió desviado. Pero sería el Coria el que consiguiera el premio del gol en el minuto 81 en que Chavalés bota una falta pegando el balón en uno de los postes y el rechace lo recoge Pino para darle la victoria a su equipo. Los últimos minutos fueron de infarto con un Mérida volcado buscando la igualada y en el minuto 86 Ruíz Aguilera se inventó un penalti que él solo vio, ya que la falta fue un metro fuera del área. La pena máxima la lanzó Lolo Plá enviando el balón a las nubes, pero el Coria hubo de jugar los minutos de añadido con un jugador menos al recibir Chavalés la roja directa por protestar la decisión arbitral.
En resumen, un gran Coria se llevó los tres puntos del Estadio Romano, quedando boquiabiertos a todos aquellos que lo consideraban víctima propiciatoria. Y es que en fútbol no hay lógica, jugando once contra once, y en cualquier momento puede saltar la liebre.
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