La belleza de la palabra

El lunes 18 de septiembre nos dejó un gran poeta y un buen amigo: Cruz Díaz Marcos, natural de Casillas de Coria (Cáceres), funcionario de la Administración Local de Pescueza hasta su jubilación.

Poeta por antonomasia, escribió libros en castellano, como 'Los instantes vividos', 'Sonetario' y otros; y también en castúo, como 'La huélliga, sentiris de mi tierra'.

Díaz Marcos fue ganador de varios premios de poesía, como el Rafael García-Plata de Osma, el Ciudad Jerez de los Caballeros, el Ruta de la Plata, el Ciudad de Coria o el Calzadilla de Poesía.

Pero Cruz, hombre polifacético, cual humanista del Renacimiento, se aventuró en el género literario del relato, de pequeñas piezas teatrales, y fundó la revista cultural Aceña de Pescueza. También fue articulista en diarios extremeños, compositor de villancicos y piezas religiosas, pregonero mayor, secretario del Club Universo Extremeño, presentador de festivales folclóricos..., divulgador, en fin, de la cultura extremeña.

Su legado en indeleble. Hace unos meses visitó el Hogar Extremeño de Madrid, donde aún resuena en sus paredes la hondura fina de sus versos. Un acto entrañable en el que se rindió homenaje al también fenecido Joaquín García-Plata, mecenas de la cultura y de la poesía.

En Coria y en Casillas despedimos al hombre, pero no al poeta, quien, sin duda, nos seguirá recitando desde las estrellas.

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