Eladio Paniagua
Lunes, 23 de octubre 2017, 18:11
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En el primer templo de la Diócesis, la Seo cauriense, como en sus grandes festividades, cobijó bajo sus muros a un gran número de fieles, no sólo de Coria, sino también de otras localidades, que quisieron testimoniarle su afecto y cariño a los familiares por la sensible pérdida de quien hizo grande a Extremadura con su ganadería de reses bravas, hasta el punto de convertir a la región extremeña como lugar único donde pastan un gran número de ganaderías de reses bravas.
Aunque nacido en la localidad madrileña de Galapagar, donde reposan sus restos mortales, Victorino se hizo querer por el pueblo extremeño y él siempre fue como un icono de nuestro pueblo con esa casta recia propia de los extremeños. Por este motivo, durante su vida fue muy querido, ya que se consideró como un extremeño más, además de llevar el nombre de Extremadura por todos los lugares de la geografía nacional y el extranjero.
Es por este motivo, por lo que la Catedral de Coria, se llenó de amigos y amantes de la fiesta nacional, que quisieron estar con los familiares para testimoniarle su afecto y cariño. El funeral fue presidido por el obispo de la Diócesis, Francisco Cerro Chaves, acompañado de varios sacerdotes y en su homilía destacó la figura del ganadero Victorino Martín Andrés como «hombre importante y entrañable en muchos ámbitos». El obispo hizo alusión a las palabras del escritor Gabriel Marcel de «Tú no morirás porque yo te amo», diciendo el prelado que la vida no termina con la muerte, sino que se transforma, y que por este motivo recordaremos siempre a Victorino porque te llevamos en nuestro corazón. Más adelante, el obispo refiriéndose a Victorino dijo «tú no morirás porque estás vivo para siempre por tu gran obra en esta vida y porque Cristo ha muerto y ha resucitado por ti». Por este motivo, dijo, siempre vas a estar en la memoria colectiva del pueblo. Finalizó el prelado recordando las palabras de Santa Mónica a su hijo San Agustín diciendo «Enterradme donde queráis, pero rezad por mí».
Finalizado el funeral, una riada de gente pasó por delante de los familiares para expresarles su condolencia por la muerte de quien tanto hizo por la fiesta de los toros y llevando siempre por delante el nombre de Extremadura.
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