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Begoña Berrueco con la Virgen de Argeme
«Son muchas las emociones que he sentido por servir a la Morenita»

«Son muchas las emociones que he sentido por servir a la Morenita»

Begoña Berrueco Madejón ha sido en su último año la Camarera Mayor de la Virgen de Argeme

Eladio Paniagua

Jueves, 17 de mayo 2018, 13:09

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Su profesión es de trabajadora social aunque no la ejerce, ya que actualmente trabaja en el Patronato Residencia de Ancianos como peón de comedor. Desde hace cuatro años ha servido como camarera a la Virgen de Argeme, Patrona de la ciudad y de la diócesis, y en este último año ha desempeñado con gran ilusión y amor a la Morenita el trabajo de Camarera Mayor.

- ¿Cuánto tiempo de Camarera Mayor?

- El cargo de camarera es de cuatro años y en el último, que es mi caso, he realizado el trabajo de Camarera Mayor, un trabajo que he desempeñado con mucho cariño e ilusión ya que servir a la Ilustre Dama es un lujo y como buena hija me he volcado en mis tareas para que las fiestas de la Morenita brillen con esa luz que ella destila desde lo alto de su Santuario iluminando a la ciudad.

- ¿Qué supone este galardón para usted?

- No sé cómo describirlo, pues la emoción me embarga y mis palabras se aglomeran en mi boca para decir lo que siente mi corazón. Son muchas las emociones que he sentido en estos años de servicio a la Morenita y lo voy a echar mucho de menos, aunque me queda la recompensa de haber hecho mis deberes como tenía que hacerlo y como la Virgen se lo merece. En este sentido me siento muy satisfecha de mi labor durante estos años que se me han pasado sin darme cuenta.

- ¿Cuáles han sido sus funciones como Camarera Mayor?

- Son muchas, entre las que destacan el vestir a la Virgen, la limpieza de ambos santuarios y sus dependencias, sin olvidar la casa del ermitaño. Además mi trabajo también se ha centrado en la ornamentación del Santuario y de la Catedral en los días que la Virgen baja a la ciudad y tiene como nueva morada nuestra Catedral. También hay otras muchas acciones que he tenido que llevar a cabo en estos años y que he desempeñado con gran ilusión.

- ¿Se sientes feliz por haber servido a tan Ilustre Señora?

- No hay nada más grande en este mundo como el servicio de una hija con su madre. En este sentido, el servir a la Madre del cielo es una cosa tan sublime para una hija que no tengo palabras para describirlo.

- ¿Qué novedades han tenido las fiestas este año?

- La programación de las fiestas de la Virgen de Argeme es prácticamente igual todos los años. Quizás en esta ocasión cabe destacar que la Virgen ha vuelto este año a la Catedral tras la finalización de las obras en su primera fase, ya que el pasado año se tuvieron que programar los actos en las parroquias de Santiago y de San Ignacio. Además la Solemne Pontifical se celebró en la plaza de España. Este año, como he dicho, todos los actos han vuelto a celebrase en la Catedral.

- ¿Qué cree que necesita la Cofradía en estos momentos?

- Lo más perentorio es la recuperación de la antigua casa del ermitaño que está muy deteriorada y llena de humedades que afectan al Santuario. Está en estudio convertirla en Casa Museo y lugar de encuentro y solaz para los peregrinos.

- ¿Cómo han vivido los corianos estos días en torno a su Patrona?

- Coria en estos días se transforma y sólo vive para la Madre del Cielo. Asociaciones, colegios y demás, en estos días no escatiman esfuerzos centrándose exclusivamente en la Virgen y esperando de Ella todo tipo de parabienes.

- ¿Están bien coordinados todos los miembros de la Junta Rectora de la Cofradía?

- Somos como una familia y que al igual que una máquina, cada uno formamos parte del engranaje de ella y desempeñamos nuestra función. Nos reunimos con frecuencia y en esas reuniones cada uno rendimos cuenta de nuestro trabajo y exponemos las sugerencias de los devotos de la virgen.

- ¿Qué le diría a los corianos como Camarera Mayor?

- Los corianos saben lo que es tener en la ciudad un tesoro, como es la Virgen de Argeme, a la que acuden en sus necesidades. Pero sí me gustaría recordarles, aunque lo saben de sobra, que no sólo debemos estar con la Virgen en estos días en que baja a la ciudad, sino que nos está esperando en su Santuario todo el año, para que la visitemos y le expongamos nuestros problemas. La Morenita, con esos ojos misericordiosos, nos mira con dulzura y con amor de madre y está ansiosa de ver a sus hijos cerca de Ella. Por este motivo debemos acudir a su Santuario, ya que el amor de una madre no tiene límites y María es la llena de gracias.

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