Así no se va a ninguna parte

La primera parte se inició con un Coria dispuesto a solventar pronto el encuentro y en el minuto 2 se produce un pase en profundidad sobre Rulo que dispara en buena posición, repeliendo el balón el portero Sergio. El Coria siguió insistiendo en su empeño cercando el portal del Amanecer y así en el minuto 8 Alvarito roba un balón pasando sobre Chema, que en buena posición dispara alto. Poco a poco el empuje y el juego del Coria fue decayendo, con el consiguiente nerviosismo y aburrimiento en las gradas. No obstante, en el minuto 25, un centro de Cano lo cabecea Rulo y un oportuno Chema ponía el 1 0 en el marcador, consiguiendo despertar el sopor de la grada. A renglón seguido pudo empatar el Amanecer, pero el disparo de un delantero pegó en el lateral de la red. En el minuto 37, en una contra, el Coria pudo marcar en pase de Rulo sobre Cano cuyo disparo lo saca con los pies el portero Sergio. Los últimos minutos el Coria se volcó sobre el portal visitante y pudo conseguir un nuevo gol en un córner votado por Chema. Pero cuando se cumplía el minuto 43 en un gran fallo defensivo, Adán derriba a Iván dentro del área y el penalti lo transforma Chori, con cuyo empate se llegó al descanso.

La segunda parte fue para el olvido por el mal juego de ambos contendientes y aunque el dominio correspondió al Coria, sin embargo sus delanteros no lograban crear claras ocasiones de gol, ante una buena defensa del Amanecer que taponaba todas las incursiones. Lo más destacado fue la ocasión fallada por Rulo en el minuto 58 quien completamente solo no acierta ante Sergio. En el minuto 67 un centro de Cano lo remata de cabeza Sergio Alonso saliendo el balón fuera por poco.

Cuando el empate parecía que iba a ser el resultado final, surgió Antonio por banda izquierda, realizando la jugada del encuentro en solitario y dando el pase preciso para que Andrada consiguiera el 2 1 definitivo cuando ya se cumplía el minuto 90 de juego.

En resumen, mal encuentro del Coria en La Isla, aunque lo mejor fue el resultado por aquello de que mientras hay vida, hay esperanza.